"...consumidas una a una como insectos bajo un rayo solar potenciado por lupa monstruosa, abrasadas, licuadas, fundidas, sin gritos de terror ni ademanes de espanto... (no, no, no exagero/así la veía, la veo, despierta o en sueños, cada vez que su imagen me asalta)
cruel, insensible, hierática, sañuda con inocentes y desamparadas, auroleada con el halo de su prepotencia, y el crudo temor asociado a sus siglas, ese sentimiento de fatalidad que nos abrumaba desde su anunciada visita...
la sembradora de cizaña había agotado su carga de muñecas y avizoraba en silencio los estragos de su visita... acumulaciòn de pelucas y prótesis dentarias... las imágenes de muerte y destrucción parecían revigorizarla, su espacio, figura, desproporción de miembros, capa, greñas, sombrero eran exactamente los de la perversa heroína del cuadro... adaptaba flexiblemente la silueta a las espirales de la escalera, recorría alhama y piscina con aires de dueña, husmeaba el apocalipsis de la càmara oscura, se deleitaba con el espectàculo de salòn, se retiraba de las ruinas del edén con el mismo frío desdén con el que había penetrado... "
Juan Goytisolo